En la actualidad, la disminución masiva de bosques y la pérdida de la biodiversidad presente en estos ambientes biológicamente ricos, se constituye en un grave problema para la humanidad (Bennett, 2004). Esta degradación del ambiente natural no es un fenómeno nuevo, lo que produce mucha alarma es la rapidez y la escala global con que se ha producido este cambio. Las actividades humanas han modificado el medio ambiente hasta el punto de que los patrones más comunes en paisajes son mosaicos de asentamientos humanos, terrenos agrícolas y fragmentos dispersos de ecosistemas naturales (CIGEA, 2007).
La deforestación en Ecuador (200 000 ha/año) ha conducido a reducciones en la disponibilidad de madera y otros productos comerciales forestales, así como a una disminución de la oferta de servicios ecosistémicos claves, como la protección de acuíferos, el mantenimiento de la productividad de los suelos y la integridad ambiental en su conjunto. La explotación forestal es una de las fuentes de mayor impacto sobre la biodiversidad, particularmente en lo que concierne a su fase de extracción. Esta fase, por sus características de extracción masiva y no sostenible, produce una migración de especies animales, fenómenos de erosión de los suelos y gradualmente, es un incentivo al cambio de uso del suelo (República del Ecuador, 2000).
A esta disminución de la superficie de los bosques se suma la degradación de los remanentes por el sobrepastoreo. Los bosques nativos se convierten año tras año en tierras agrícolas y pastizales para compensar la pérdida de fertilidad de los suelos agrícolas por factores naturales o antropogénicos (De Rham y Van Dam, 2005). Este proceso describe la problemática presente en el sector nor occidental de la provincia de Cotopaxi, donde se observa que los remanentes de bosque están siendo reemplazados por pastizales poco productivos, con lo cual a más de la pérdida de la biodiversidad también se tiene erosión del suelo por falta de cobertura vegetal y se desprotegen las zonas de recarga hídrica.
Ante la problemática planteada y con el propósito de contribuir en su solución, a través de la presente investigación se pretende identificar y conservar aquellas especies arbóreas y arbustivas más adaptadas a las condiciones edafoclimáticas del sector, que permitan proteger las zonas de recarga hídrica y de alta vulnerabilidad física y ambiental a través de procesos de forestación y reforestación mediante sistemas de plantación agroforestales y silvopastoriles. Sin embargo se constituye en un reto identificar aquellas especies que cumplan esta función ecológica pero además tengan valor de uso para las poblaciones.
Por otro parte, también se pretenden implementar jardines botánicos de conservación de especies vegetales con valor de uso para la población, tanto para su seguridad alimentaria, medicinal, fuente de combustible, materia prima, entre otras y que puedan constituirse en alternativas económicas. Para este propósito, se conformará un laboratorio básico de conservación de germoplasma, el cual se constituirá en una fuente de conservación, manejo y aprovechamiento de la biodiversidad local. Además esta iniciativa contempla una alternativa ecoturística basada en el aprovechamiento del paisaje y la biodiversidad del bosque tropical presente en el sector, a través del diseño e implementación de senderos ecológicos manejados por la comunidad y finalmente el funcionamiento de un paradero turístico. Este paradero turístico permitirá generar trabajo local, será un atractivo turístico para el sector, en éste se combinará el aprendizaje de los estudiantes de las carreras de Agronomía, Medio Ambiente y Ecoturismo de la Universidad Técnica de Cotopaxi con un proceso inclusivo y participativo de la comunidad que contará con otra actividad económica que complementará la economía familiar y promoverá el mejoramiento de su bienestar.
El Consejo Provincial de Cotopaxi es propietario de 400 ha de bosque primario tropical en el sector Nor occidental de la provincia y ha manifestado la predisposición de colaborar con los objetivos de este proyecto. En los diálogos con autoridades y habitantes de la comunidad La Esperanza se ha despertado interés por trabajar conjuntamente en la construcción de senderos que permitan caminatas de observación de la flora y fauna del sector, se valorizará también los diferentes accidentes geográficos del bosque y la cuenca del río con fines eco-turísticos.
Aledaño al pueblo de La Esperanza, se encuentra abandonada una construcción mixta de madera en mal estado, ubicada en la cota 1200 msnm donde en épocas anteriores se encontraban las minas de oro de Macuchi. Según información de las autoridades de la comunidad está entregado comodato a la Universidad Central, la misma que podría ser adecuada para ser utilizada como centro de investigación y refugio para los turistas.